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Después de contar la historia del dinero y hablar sobre las ventajas de Bitcoin sobre el oro, también hablamos sobre cómo los bancos están en contra de la población y más recientemente cómo los beneficios fiduciarios de la guerra nos envuelven.
Hoy vamos a hablar sobre un efecto importante de la economía de goteo, el efecto Cantillon.
El efecto Cantillon
La influencia indebida de la producción y manipulación de moneda fiduciaria del banco central surge de manera más perjudicial en lo que se llama el efecto Cantillon.
En resumen, los bancos centrales crean un poder adquisitivo superior entre aquellos que primero tienen acceso a fondos sin costo, con el filtrado de la moneda impresa a través de la economía a medida que disminuye gradualmente su valor en relación con los activos.
Este fenómeno da como resultado la inflación cuando la moneda finalmente llega al fondo. Los receptores por primera vez ven un aumento en los ingresos, mientras que los receptores por última vez experimentan una disminución en el poder adquisitivo.
Debido a que los bancos centrales y comerciales, junto con otras instituciones financieras, tienen el monopolio de la producción y adquisición inicial de dinero previamente inexistente, pueden comprar bienes, servicios y activos antes de la devaluación de la moneda.
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El efecto Cantillon causa una especie de feudalismo moderno, mediante el cual una oligarquía de instituciones financieras se ha convertido en la nueva clase de “propietarios”, adquiriendo la propiedad de la gran mayoría de los activos del mundo real, con ciudadanos que asumen el papel de servidumbre.
Estos señores feudales modernos pueden adquirir dinero prácticamente libre de intereses, lo que les permite acumular activos del mundo real al menor costo posible.
Pueden beneficiarse al prestar riqueza a tasas de interés más altas, devolviéndose aún más riqueza en un ciclo de retroalimentación opresivo que se basa en la creación de dinero fiduciario de la nada.
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