Bitcoin se ha referido durante mucho tiempo como oro digital, debido a que el activo criptográfico comparte muchos atributos como el metal precioso que a menudo se usa como un refugio seguro durante las dificultades económicas.
Pero con la recesión que se avecina y los temores crecientes cada día en medio de una pandemia global y una venta masiva del mercado de valores, esa narrativa digital del oro debería ser arrojada por la ventana, ya que el precio de Bitcoin, y el oro no muestran el mismo rendimiento en el entorno actual del mercado.
Bitcoin fue creado por Satoshi Nakamoto a raíz de la crisis financiera de 2008. El activo criptográfico, nacido de una recesión, se creó con ciertos atributos que lo ayudarían a sobrevivir e incluso podrían prevenir futuras recesiones.
Estos atributos incluyen una escasez digital codificada, que le da al activo una similitud, entre otros, con el oro de metales preciosos.
El oro ha estado en uso durante miles de años como moneda, mercancía y depósito de valor y riqueza. Más recientemente, el oro se ha ganado la reputación de ser un vuelo estable de seguridad para el capital durante las recesiones económicas.
Debido a que el oro se comporta de esta manera debido a su escasez, también se pensó que el activo criptográfico tenía tal beneficio.
La narrativa del refugio seguro realmente despegó en 2019, cuando el oro y el Bitcoin comenzaron a crecer juntos a medida que una guerra comercial entre China y los Estados Unidos comenzó a hacer un clima económico ya tenso mucho más inestable.
Al final, sin embargo, fue el coronavirus, un evento de cisne negro, el pin que pinchó la burbuja del mercado de valores y provocó el colapso de la economía.
Una recesión es casi una garantía en este momento, según los analistas financieros y muchas métricas clave, como la tasa de desempleo.
Bitcoin falla como oro digital ahora que la recesión está aquí
Con una crisis aquí, la relación Bitcoin dólar no está a la altura de la narrativa del oro digital y el refugio seguro.
Mientras que el oro continúa aumentando y creciendo en valor, como suele ocurrir durante una crisis. El activo criptográfico no muestra casi ninguna correlación con el metal precioso y, en cambio, se comporta como un activo de alto riesgo cuando la economía está al borde del colapso total.
Durante estos tiempos, los inversores eliminan el riesgo de sus carteras y venden cualquier activo que pueda perder valor en tiempos de incertidumbre. Y dado que el cifrado tiene poco o ningún caso de uso actual y su valor se basa más en la especulación, es tan riesgoso como un activo.
Para que la narrativa del oro digital continúe en pie, las criptomonedas deberán llevar a cabo una recuperación sorpresa y continuar creciendo en valor incluso durante una recesión. Quizás entonces, el caso de uso real de Bitcoin como una moneda deflacionaria y con tope rígido comenzará a brillar.
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