China no es conocida por respetar la privacidad, pero está preparando una legislación que lo abordará de todos modos. El país aprobó una ley que regulará la criptografía en el país para usos gubernamentales y privados cuando entre en vigencia el 1 de enero de 2020. Los funcionarios no entraron en detalles sobre la ley en el anuncio, pero expresaron su preocupación por los permisos. podría variar significativamente dependiendo de si estás trabajando o no para el partido gobernante. Y justamente es por eso que tienen como objetivo facilitar la transición de China a la tecnología blockchain.
La ley exige que todos los secretos de estado se almacenen y transmitan utilizando el cifrado “básico y común”, y que las instituciones que trabajan en criptografía deben establecer “sistemas de gestión” que garanticen la seguridad de ese cifrado. Sin embargo, esos gerentes no podrán solicitar a los desarrolladores de cifrado privado que entreguen información “exclusiva” como el código fuente, y cualquier secreto comercial que obtengan tendrá que mantenerse confidencial.
El repentino elogio público de Beijing por la cadena de bloques provocó una ola de entusiasmo que se deslizó en el mercado de las criptomonedas. Bitcoin (BTC) vio aumentar su valor, mientras que las altcoins con sede en China mostraron un crecimiento considerable en un corto período.
La nueva medida de China permitirá y alentará el desarrollo comercial y los usos del cifrado. Sin embargo, su desarrollo, venta y uso “no debe dañar la seguridad del estado y los intereses públicos”. Las personas que no denuncien los riesgos de seguridad que detectan o que ofrezcan sistemas criptográficos que “no son examinados autenticados” también serán castigados. Las leyes de seguridad cibernética existentes en el país ya están establecidas para castigar el uso de cifrado que se supone amenaza al estado, pero una vez más parece haber un asterisco al lado del respaldo de cifrado: no se puede diseñar algo que pueda desafiar al régimen.
Tal como están las cosas, la ley solo puede ofrecer una protección superficial a la luz de las normas existentes. China realiza regularmente vigilancia masiva en conversaciones digitales y puede obligar a las empresas a almacenar datos localmente y entregarlos a pedido. Asimismo, tiene el poder de cerrar servicios o productos completos en respuesta a incidentes de seguridad. Hay poco para evitar que China obtenga datos que no están completamente encriptados, y puede bloquear o tomar represalias contra aquellos servicios que protegen la información de miradas indiscretas.
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